cuando estás ya no están los demás
cuando te vas tengo ganas de llorar
perdía en el sillón de mi cuarto pienso en tí con mis manos...
una y otra vez.. qué barbaridad
no puedo controlar la forma de parar.
Te encontré por fin,
vagando por las dunas del pasado.
Y sacié mi sed,
bebí del breve hueco de tus manos.
Tanto te esperé..
La mirada de un niño tú me diste,
la luz de un verano que había olvidado,
el temblor que trae la primera vez.
Por fin te encontré.